Los métodos optogenéticos se basan en la introducción de genes exógenos que codifican proteínas sensibles a la luz en ciertas células.
Estas proteínas permiten modificar el comportamiento a nivel celular mediante la presencia o ausencia de luz.
Estas opsinas combinan un dominio sensible a la luz y un canal iónico en la misma proteína.
El progreso reciente con respecto al uso de LED orgánicos (OLED) como estímulos para la optogenética.
Además, los diodos emisores de luz orgánicos (OLED) son adecuados para la implantación en el cerebro por su espesor muy delgado, que puede ser inferior a 1 μm.
[11] En 2003 Zemelman y Miesenböck desarrollaron un segundo método para la activación dependiente de la luz de neuronas individuales en las que los canales ionotrópicos TRPV1, TRPM8 y P2X2 fueron cerrados por ligandos enjaulados en respuesta a la luz.
En 2013, Ernst Bamberg, Ed Boyden, Karl Deisseroth, Peter Hegemann, Gero Miesenböck y Georg Nagel recibieron el Premio Mundial del Cerebro por "su invención y perfeccionamiento de la optogenética".