[1] Luego de seguir el camino trapense, y anticipando la etapa final de su vida como sacerdote en el desierto de Argelia, redactó un comentario al Evangelio de Lucas 23:46, que dio posteriormente origen a esta plegaria, síntesis y ejemplo del retorno a la espiritualidad del desierto en el siglo XX.
Carlos de Foucauld, asesinado en Tamanrasset, en el Sahara argelino, y proclamado santo por la Iglesia católica, expresó con los pensamientos contenidos hoy en la Oración de abandono la confianza total en Dios Padre, a imitación de Jesucristo en la cruz.
Carlos compuso la meditación a partir de un pasaje del capítulo 23 del Evangelio de Lucas, que se inicia con el versículo 34 («Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen») y finaliza en el versículo 46 («Padre, en tus manos pongo mi espíritu»).
Se muestran a continuación dos versiones en español y una en francés: En español (versión de la Asociación Familia Carlos de Foucauld en España) Padre mío, me abandono a Ti.
[7] En español (versión del sitio web de los Misioneros Oblatos) Padre, me pongo en tus manos.
Porque te amo y necesito darme a Ti, ponerme en tus manos, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita, porque Tú eres mi Padre.