Sin embargo, un grupo de estos eremitas que habían fundado un convento en Nápoles, a la cabeza de Ambrogio Staibano, decidieron separarse de la unión y formar un propio instituto, para llevar a cabo una vida más austera según los conceptos de la Reforma que por ese tiempo se estaba llevando a cabo en casi todas las órdenes religiosas antiguas.
A partir de la segunda mitad del siglo XVII alcanzaron gran apogeo por toda Italia, de tal modo que para 1650, la orden contaba con 51 conventos y unos 945 frailes.
La orden a nivel internacional está distribuida por provincias, cada una de las cuales es gobernada por el prior provincial.
En 2015 la orden contaba con unos 33 conventos[2] repartidos en Brasil, Filipinas e Italia.
Los agustinos descalzos se dedican a la vida contemplativa, aunque ejercen actividades pastorales, por medio de la animación parroquial, juvenil y educativa.