Muchas organzas modernas se tejen con fibras sintéticas como poliéster o nailon.
La organza de seda se teje en varias fábricas a lo largo del río Yangtze y en la provincia de Zhejiang en China.
[1] La Organza se distingue por su tacto fino, rigidez en relación con el peso y textura superficial resbaladiza.
En ocasiones, se utiliza como elemento estructural oculto.
En el mercado de interiores se utiliza para efectos en dormitorios y entre habitaciones.