Respuesta sexual humana

La estimulación de los impulsos sexuales es diferente para cada sexo, aunque comparte el origen psíquico para activar la respuesta sexual: los pensamientos son inducidos por las percepciones sensoriales, durante esta fase, principalmente a través de la visión, que estimulan áreas del cerebro relacionadas con la fantasía e imaginación.

Aún no hay evidencia sobre un estímulo capaz de excitar específicamente a hombres o mujeres, pero la idea convencional atribuye al varón el ámbito de lo visual y a la mujer un espectro sensorial más amplio (tacto, mirada, palabra, gestos), aunque faltan pruebas concluyentes que confirmen la creencia popular.

Si la excitación desaparece durante la meseta o se interrumpe la llegada del orgasmo, pueden producirse sensaciones molestas.

El hombre experimenta ligero dolor en los testículos y la mujer, congestión a nivel genital.

Los cambios alcanzados en la fase anterior de excitación se mantienen e intensifican también en la mujer durante un cierto tiempo.

Este fenómeno es conocido como «rubor sexual» y no debe preocupar, pues obedece a un aumento de la circulación sanguínea bajo la piel.

La mayoría de las mujeres, 70-80% en las estadísticas generales, necesita estimulación clitoriana directa (puede ser manual, oral u otra fricción concentrada contra la parte externa del clítoris) para alcanzar el orgasmo.

Los diferentes tipos de ciclo de respuesta sexual según Masters y Johnson: [ 1 ] ​ Los hombres (arriba) y las mujeres (abajo)
La fase de excitación está caracterizada por la vasocongestión de los genitales.