Oscar Ramón Quiroga

En 1964, luego del fallecimiento de Guido Parpagnoli asumió la dirección general del grupo Nuestro Teatro; por esa época se incorporó al diario Noticias como periodista de la sección Cultura y Espectáculos, escribió cuentos breves y publicó su libro Poemas de sal y tierra.

Esta obra de Quiroga encuadra en la corriente estética dramática del realismo reflexivo argentino, dominante en aquellos años.

Las restricciones a la libertad creativa que se iniciaron por entonces y se exacerbaron durante la dictadura militar iniciada en 1976 traducidas en censura, encarcelamientos y desaparición de personas obligó a Quiroga, al igual que otros intelectuales, a buscar alternativas estéticas e ideológicas para proseguir su labor.

[3]​ Por tres años vivió en la provincia de Chaco –con un breve intervalo en Brasil- por razones personales y atinentes a la política.

Durante su vida profesional como actor, director y dramaturgo, Quiroga fue un sistemático estudioso del drama moderno, en sus puestas en escena se observa que en su concepción de teatro el realismo ocupa una parte sustancial que se completa con su particular interés por el grotesco criollo y se correlaciona con el cambio sociopolítico producido a partir del golpe de Estado de 1976 en Argentina, que le obligó a cambiar el enfoque de su obra ubicado en lo que Osvaldo Pellettieri denominó “realismo reflexivo híbrido” por otro cómico popular -con bases en la comedia del arte- hacia lo “neogrotesco”, sin por ello abandonar la construcción de una tesis social radicalizada en sus condiciones políticas de enunciación-.