El oscurecimiento global ha interferido con el ciclo hidrológico reduciendo la evaporación y ha podido provocar sequías en algunas zonas.
Las partículas contaminantes actúan también como núcleos de condensación en torno a los cuales se forman gotas microscópicas que van uniéndose por coalescencia.
Otros estudios encontraron que la contaminación o las erupciones volcánicas podrían precipitar una era glacial.
[9] El efecto varía mucho en todo el planeta, pero las estimaciones sobre los valores de la media en la superficie terrestre son: Adviértase que estas cifras son para la superficie terrestre y no una media global real.
[16] Durante aproximadamente los últimos cincuenta años se han recopilado cuidadosamente los registros de evaporimetría.
Se cree que los aerosoles podrían desempeñar un papel crítico en el descenso de la irradiación solar en China.
[19] Los experimentos con tanques evaporimétricos son sencillos de reproducir con equipos de bajo coste, hay muchos tanques que se usan para la agricultura en todo el mundo, con muchos ejemplos y los datos han sido recopilados durante casi medio siglo.
[20][21][22] La combustión incompleta de combustibles fósiles como el diésel y la madera liberan carbonilla en la atmósfera.
[26] Las cenizas volcánicas transportadas por el aire pueden reflejar los rayos del sol de retorno hacia el espacio y enfriar el planeta.
Se han observado caídas en la temperatura de la tierra tras grandes erupciones volcánicas como las del monte Agung en Bali que entró en erupción en 1963, El Chichón (México) 1983, Nevado del Ruiz (Colombia) 1985, y el Pinatubo (Filipinas) 1991.
Los trabajos iniciales para incorporar los efectos del oscurecimiento global sugieren que las temperaturas mundiales podrían elevarse en 2 °C hacia el 2030 y tanto como 10 °C hacia el 2100; esto supone doblar las cifras ampliamente aceptadas de 5 °C de incremento en la temperatura global para el presente siglo.
Se estima que al planeta le costaría tanto como 100 000 años recuperar el «estado normal» tras un máximo térmico.
Asimismo, se desglosan según su influencia relativa cinco factores que contribuyen al calentamiento global.
Por otra parte se observan dos factores con una contribución negativa, las partículas sólidas volcánicas (volcanic) y las de origen humano (sulfate).
Al calentar ésta los océanos, el agua escapa a la atmósfera y precipita como lluvia.
Así pues, como los aerosoles detienen en grandes cantidades la luz solar, podrían estar ralentizando el ciclo hidrológico del planeta».
[29] Los cambios a gran escala en los patrones del tiempo meteorológico también podrían estar provocados por el oscurecimiento global.
En 1974 sugirió que si el calentamiento global acaba siendo un problema, se podría enfriar el planeta quemando azufre en la estratosfera, lo cual crearía una neblina.
[42] por ello, a nivel de tierra firme, Wild y Pinker están en desacuerdo.
Esta cantidad ha descendido continuamente en las últimas décadas, y repentinamente comenzó a repuntar alrededor de 1990.
Muchos gobiernos de los países desarrollados han desarrollado más políticas para reducir los aerosoles emitidos a la atmósfera, lo que contribuiría más a reducir el calentamiento global que a reducir las emisiones de CO2 Los aerosoles de sulfatos han descendido significativamente desde 1970 con la Clean Air Act (‘ley del aire limpio’) en los Estados Unidos y con políticas similares en Europa.
Los análisis de los datos recientes revelan que la superficie del planeta ha aumentado su iluminación en aproximadamente un 4 % en la pasada década.