Oso ruso

Su origen no se encuentra en la tradición del país sino en los mapas medievales occidentales que llenaban de osos las lejanas, vastas y desconocidas «tierras rusas».

Contemporáneo a Magnus, el escritor y diplomático alemán Segismundo von Herberstein publicó Rerum Moscoviticarum Commentarii, sobre sus experiencias en Rusia, describiendo la abundancia de osos y su supuesta presencia habitual en las calles de las poblaciones rusas.

Aunque la primera mención al «oso ruso» aparece en una obra de Shakespeare, no fue hasta el siglo XIX cuando se extendió su uso, sobre todo en contextos satíricos o negativos.

Su uso en Rusia se convirtió en reflejo de los crecientes sentimientos antioccidentales y aislacionistas, exacerbados por la propaganda».

[cita requerida] En Rusia las asociaciones con la imagen del oso han recibido reacciones relativamente mixtas.