Desde su juventud fue influido por la experiencia milenaria de los miskitos, sus tradiciones y su cultura.
Él vio en las políticas sandinistas no sólo tendencias procomunistas, a las que se oponía.
Lo principal para él era la presión sobre los miskitos, la destrucción del modo de vida tradicional indígena.
Participó activamente en la guerra civil contra el gobierno sandinista y alcanzó relevancia entre los comandantes de campo miskitos.
Esto fue especialmente notable en el caso de la FDN que operaba en los departamentos de Jinotega y Matagalpa, cuyas poblaciones Coleman consideraba culturalmente cercanas a los miskitos.
Coleman trabajó estrechamente con varios comandantes de la FDN, entre los que destacaban Enrique Bermúdez Varela y Óscar Sobalvarro.
Las estructuras sociopolíticas creadas con la participación de Coleman se opusieron al FSLN.
[1][3] En 2002, Brooklyn Rivera, en representación del partido YATAMA, firmó una alianza con el FSLN.
Sin embargo, a pesar de su actitud negativa hacia el FSLN, Coleman inicialmente se unió al Partido Liberal Constitucionalista (PLC), formalmente un partido de oposición pero en realidad aliado con los sandinistas.