Osvaldo Catena

Al principio de su carrera sacerdotal era muy estricto, cuando llegaba de visita a su hogar no quería que sus hermanas salieran a bailar pero con el paso del tiempo cambio de opinión y deseaba que todos se divirtieran, incluso en una fiesta popular donde había músicos con órganos electrónicos, Catena solicitó autorización y se puso a tocar música para que todos pudieran bailar.

Cuando tenía 23 años fue ordenado Presbítero y fue elegido para colaborar en el Concilio Vaticano II como experto en Liturgia, además en ese entonces era capellán del colegio del Calvario donde se distinguía por regalar toda la ropa y el dinero que poseía.

En consonancia con su compromiso con los más pobres y con su pertenencia al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, es destinado a vivir en lo que posteriormente sería Villa del Parque, Santa Fe, donde hay una calle que lo recuerda con su nombre.

Durante esos años siguió alentando la renovación litúrgica que se seguía produciendo como efecto del Concilio Vaticano II.

Fundó, para tal fin, el Grupo Pueblo de Dios, con el que editó y grabó numerosas piezas musicales para la liturgia cristiana.