Oswaldo Trejo

En el texto, el joven autor consigue equilibrar el malabarismo técnico con el humor y las tendencias narrativas, presidiendo entonces a la nueva ola de escritores posmodernos en Venezuela (y América Latina);[2]​ influenciado fuertemente por su origen andino, consigue orientar las imágenes montañosas en historias.

Posteriormente, se traslada a Europa (primero a España y luego a Italia), cuyas capitales recorre, visitando monumentos, museos y recabando inspiración para su primera novela, También los hombres son ciudades, fuertemente influenciado por el neorrealismo italiano, «dando unos personajes, unos ambientes, unas situaciones de una familia venezolana que por no poseer casa propia alimentaba de manera dolorosamente ingenua la esperanza de tenerla en algún lugar».

[3]​ La novela siguió su curso entre Río de Janeiro y Bogotá, ciudad donde finalmente será publicada por la editorial Espiral en 1962.

Sus novelas y cuentos constituyen «ejercicios permanentes en los que casi toda la esencia pareciera radicar en el lenguaje».

[2]​ Su propuesta literaria es a grandes rasgos uno de los principales espolones literarios por los cuales la propuesta venezolana se introduce a la modernidad y la universalidad (aunque todavía se emplean determinados rasgos geográficos que son señas de Venezuela); el soporte lingüístico es fundamental en su obra -deslastrado de regionalismos, se funda principalmente en un lenguaje estándar y fuertemente universal, con implicaciones surrealistas y experimentales.