El oxalato de sodio es un polvo blanco no higroscópico moderadamente soluble en agua.
[5] En la naturaleza el oxalato de sodio se encuentra en una forma mineral muy rara denominada natroxalato.
Puede prepararse por reacción entre el ácido oxálico y el hidróxido de sodio.
Puede causar quemaduras dolorosas en la boca, la garganta y el estómago, vómito sangriento, dolor de cabeza, calambres musculares y convulsiones, caída de la presión sanguínea, fallo cardíaco, choque, coma y posiblemente la muerte.
El oxalato de sodio, como los citratos, puede utilizarse para extraer iones calcio (Ca2+) del plasma sanguíneo.