Ozotoceros bezoarticus arerunguaensis

Habita en estepas, praderas, sabanas, y matorrales abiertos del norte de Uruguay.

Tal vez también vivía en los departamentos del sudoeste de la república, pues no está claro si ambas subespecies uruguayas eran divididas por el río Negro o por encadenamientos serranos.

[4]​ Si bien antaño era abundante, solo han sobrevivido unos ejemplares, confinados en establecimientos agropecuarios, únicos encargados por décadas de su protección, compatibilizándola con la actividad productiva.

Desde este plantel, y con venados nacidos allí, se han logrado crear subpoblaciones.

Muestran invariablemente marcas blancas alrededor del hocico, en la cara interna de las orejas, la parte inferior del cuello, el vientre y la cara inferior de la cola, que es corta y tupida.

En la base del cuello y la cruz suele presentarse un remolino de pelaje más largo.

El macho es reconocible a la distancia por su fuerte olor almizclado, secretado por unas glándulas interdigitales, con el que marca su territorio, sobre todo durante la época de celo.

En parte del año vive en manadas de 6 a 11 ejemplares, pero antaño se observaron algunas integradas por 300 venados.

Ambos están extinguidos en las áreas uruguayas que conservan las últimas manadas de este venado.

El zorro gris o pampa ataca a sus crías, al igual que el gato montés (Leopardus geoffroyi).

Los perros de los puestos ganaderos al igual que los asilvestrados, predan tanto sobre crías como sobre adultos.

Recién a los 7 meses cae el pelaje largo y lo cambia por otro corto, el mismo que presenta el ejemplar adulto.