Las dos metas del páncreas artificial son: Los diferentes acercamientos bajo consideración incluyen: El páncreas produce tres hormonas importantes para el control de la glucemia: Insulina: Baja los niveles de glucosa en sangre.
Conforme la glucosa y la sangre fluyen hacia el páncreas ocurre la secreción de amilina e insulina hacia el torrente sanguíneo, por parte de las células beta del páncreas, como respuesta a una glicemia elevada.
La insulina provoca que la glucosa abandone la circulación sanguínea y sea depositada en las células de músculo e hígado.
Si los niveles de glucosa sérica bajan demasiado, las células alfa del páncreas comenzarán a secretar glucagón al torrente sanguíneo.
El glucagón provoca la liberación de la glucosa almacenada en el hígado al torrente sanguíneo.
Así, las tres hormonas funcionan como un sistema para mantener los niveles de glucosa sérica en equilibrio.
[1] Idealmente, para replicar la función natural del páncreas lo mejor posible, un páncreas artificial debería algún día poder reemplazar todas las funciones endocrinas beneficiosas perdidas, incluyendo la administración de insulina, la amilina, glucagón, y péptido C. En personas insulinodependientes, los niveles de glucosa en sangre han sido más o menos controlados usando insulina sola.
La insulina es inyectada o infundida subcutánea, y entra el torrente sanguíneo en aproximadamente 15 minutos.
La bomba puede suministrar con mucha precisión pequeños incrementos de insulina comparado con una inyección, y sus controles electrónicos permiten modificar al bolo durante el tiempo para que coincida con el perfil requerido para una situación dada.
La terapia génica puede ser usada para la producción de insulina directamente: un tratamiento oral, que consiste en vectores virales que contienen la secuencia de la insulina, es digerido y ciertos genes son liberados al intestino delgado.
En la medida en que las células intestinales productores de insulina mueran, serán expulsadas por medicamentos orales adicionales.
Cuando un bolo no ha sido recientemente introducido, la bomba puede controlar los niveles de glucosa, ajustando el nivel basal como sea necesario: Al controlar la tasa basal sola, el ciclo cerrado puede corregir un error del bolo de una comida que sea pequeño o grande según la comida por: En Francia se está llevando a cabo un ensayo clínico en humanos con un páncreas artificial.
• El sensor midió con precisión la glucosa en 95% de los casos comparando los valores con los obtenidos mediante punción capilar.
Ya que la insulina y la amilina son co-secretadas por la misma células beta del páncreas en respuesta a un incremento en los niveles de glucosa en la sangre, usando pramlintida e insulina juntos duplican la función del páncreas.
Las inyecciones de glucagón son también proporcionadas a los diabéticos en Reino Unido en conjunto con la insulina.
Esto es útil para rescatar a los diabéticos que se quedan inconscientes por un severo estado de hipoglicemia.
[5] Si un páncreas artificial fuese a simular la función endocrina natural del páncreas a su máxima extensión, la insulina y la amylina serían usadas al final del ciclo de la insulina.
También contribuyen trabajando para asegurar la aceptación clínica de tecnologías como el Páncreas artificial.
Algunas empresas están involucradas en un proyecto que consiste en añadir una bomba de glucagón para estos sistemas en un esfuerzo para evitar la hipoglucemia.