Es un personaje siniestro, que acompaña a San Nicolás durante su salida, el 6 de diciembre o la noche anterior.
Amenaza a los niños desobedientes o los que rechazan recitar sus oraciones con llevarlos en su gran saco.
Según otra versión, es en 1737, en el Condado de Hanau-Lichtenberg que aparece por primera vez.
Habría dejado tal recuerdo que acabaría inmortalizado como el padre Fouettard en toda la región y más allá.
[5] Aparece a caballo, peludo y negro, con otros jinetes, sobre un fragor de percusiones.