Estudió en Zaragoza y en Madrid, doctorándose finalmente en 1861 con un trabajo sobre la geografía de la Hispania romana.
[2] De su estancia en Oviedo se recuerda particularmente un discurso sobre las libertades políticas en Aragón en la Edad Media.
[2] Gil y Gil se estableció finalmente en la calle Alfonso de Zaragoza[5] y residiría el resto de su vida en dicha ciudad.
[6] No sólo fue un promotor de la arqueología sino que también destacó por su interés en la numismática, la historia medieval o el arabismo.
[2] En 1883 casó con Delfina Bergara, con la que tuvo seis hijos.
[2] Ese mismo año le fue concedida la orden de Isabel la Católica.