Ésta versaba sobre un tema de gran interés en la época, las relaciones entre el poder judicial y el Tribunal Constitucional.
[7] Entre sus discípulos, destacan los profesores de Derecho constitucional Francisco Javier Donaire Villa, María Itzíar Gómez Fernández,[8] Ana María Ovejero Puente[9] y Luis Ignacio Gordillo Pérez.
[10] Pablo Pérez Tremps, designado por el gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero (junto con Manuel Aragón Reyes) y adscrito al llamado sector progresista, influyó decisivamente en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional durante su época como magistrado, haciéndola más permeable y abierta a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
En sus votos particulares se mostró siempre favorable a una mayor apertura internacional de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y al diálogo con los dos tribunales supranacionales europeos sitos en Estrasburgo y Luxemburgo.
Las distintas partes del litigio recusaron a magistrados que creían poco afines a sus tesis y, finalmente, un pleno muy dividido aceptó por seis votos a cinco la recusación de Pablo Pérez Tremps auspiciada por el grupo de diputados del Partido Popular que recurrió la norma y a cuyo frente se encontraba el exministro y expresidente del Congreso, Federico Trillo.