La obra fue finalmente inaugurada en enero de 1887, cuando su propietario ya había asumido sus funciones como gobernador, a pesar de que aún no había sido concluida totalmente su construcción.
La residencia fue proyectado por el arquitecto Leopoldo Rocchi, quien se enmarcó en el estilo del Renacimiento italiano y también sería responsable de proyectar el primer Teatro Argentino (incendiado en 1977).
En 1907, el obispo Juan Terrero adquirió en remate público la casa en la suma de 138.00 pesos moneda nacional, para ser sede del Arzobispado.
En 1965, el Monseñor Antonio José Plaza bendijo un Santuario dedicado a la Virgen de Schönstatt que se ubicó en los jardines del palacio.
Fue tallado en roble en Alemania y regalado por los Padres de Schönstatt Una vieja leyenda urbana que nunca fue confirmada, aseguró durante décadas que existiría un extenso túnel subterráneo, la inexistente Avenida 52 de La Plata, que conectaría todos los edificios de importancia ubicados sobre el eje principal de la ciudad, incluyendo la Catedral y el Palacio Arzobispal.