Los Franchetti acometieron reformas radicales, realizadas por Camillo Boito, que terminaron de transformar gran parte del palacio al estilo neogotico.
Las ventanas de la primera planta noble se caracterizan por tener arcos entrelazados, decorados con cuadrilóbulos sobreelevados, frente a la tradicional disposición que los sitúa junto al capitel, y por poseer unos pequeños balcones.
La fachada lateral que se extiende sobre un amplio jardín, propone en cambio un diseño más sólido, caracterizado por siete monóforas por planta.
Esta relativa sencillez se pierde, sin embargo, en la fachada trasera que reproduce el repertorio de la facaha principal y añade incluso amplias vidrieras en la planta baja.
El edificio presenta dos escaleras interiores, que se enfrentan simétricamente sobre un amplio atrio iluminado por ventanas de cuatro aberturas.