Debe su nombre a la cercanía del embalse de Cíjara, aunque el terreno en el que se encuentra forma ya parte del embalse de García de Sola.
[2] La construcción es de planta cuadrada, ejecutada en mampostería y reforzada en las esquinas con torres circulares.
Los muros perimetrales y las torres se coronan con almenas, a imitación de la arquitectura militar medieval.
En 1939, terminada la Guerra Civil, fue incautado por las tropas franquistas y aprovechado como campo de concentración.
Alrededor de 3000 prisioneros republicanos se hacinaron en el edificio.