Palacio de Montarco

El palacio fue construido a finales del siglo XV, de estilo renacentista.

Casado con Doña Aldonza Núñez de Caraveo, el matrimonio engalanó la portada con sus escudos.

Frente al palacio existió hasta comienzos del siglo XVI una hilera de casas y un horno que pertenecían a don Bernardo Núñez Dávila y Tiedra, Arcediano de Capaces, hijo del Licenciado Tiedra, que mandó derribarlas.

Las tropas españolas del Mariscal Andrés Pérez de Herrasti hicieron una valiente defensa, rindiéndose solo cuando los franceses abrieron una brecha en las murallas.

Durante esta época, el palacio de Montarco tuvo diversos usos, siendo desde cuartel hasta hospital militar.

Finalmente, tomaría la ciudad a los franceses la noche del 19 de enero tras abrir dos brechas en las murallas.

Durante el sitio murieron los generales británicos Henry Mackinnon y Robert Craufurd.

El Conde de Montarco, posterior propietario, emprendió la rehabilitación del palacio que mereció considerarse monumento artístico desde 1958, perteneciendo a dicha familia hasta el año 2006 en que se vendió a sus actuales propietarios.

La distribución interior es regular y se desenvuelve en torno al patio cuadrado central.

En el centro del patio se halla un pozo, muy útil en una ciudad expuesta a continuos asedios, además de ser un elemento ornamental.

Gracias a estos trabajos, se han descubierto elementos perdidos: arcos, muros, celdas, jardines, que pueden ahora verse y utilizarse, ya que dan testimonio de otras épocas, otros usos y otras formas de vida.

El hotel cuenta con tres suites con todas las comodidades y vistas a los jardines del palacio, que lindan con la muralla de Ciudad Rodrigo.

La familia se ha implicado directamente durante el proceso de rehabilitación y decoración, seleccionando algunos destacados elementos, como tapices renacentistas y un tondo romano del siglo II A.C., combinándolos e integrándolos con los conceptos más avanzados de decoración.

Escalera del Palacio
Jardines del Palacio en una boda.