Palacio de Valdés

La última propietaria fue la aristócrata María Josefa Armada y Ulloa.

El Palacio Valdés, un emblemático ejemplo del barroco temprano, fue concebido por el maestro cántabro Juan de Cerecedo el Viejo en el siglo XVI, con la valiosa colaboración del artista italiano Juan Bautista Portigiani, quien intervino en el rediseño de la fachada, otorgándole un distintivo estilo manierista.

Esta majestuosa construcción se caracteriza por su estructura de cuerpo central, flanqueada por dos torres simétricas, y presenta una capilla adosada a la izquierda, configurando un diseño interior que se organiza en torno a un amplio patio.

En el año 1822, el palacio fue transformado en una fábrica de tabacos, y posteriormente, su administración se llevó a cabo mediante un arrendamiento destinado a cubrir los gastos de manutención del edificio.

No fue sino hasta mediados del siglo XX que María José Armada y Ulloa tomó la generosa decisión de vender el edificio a la congregación por un precio simbólico, en un acto de caridad que reflejó su compromiso con la educación y el bienestar social.

Palacio de Valdés