Goovaerts comenzó a trabajar en el proyecto poco después de llegar a Antioquia, en 1920, durante los mismos años en que trabajó en otras de sus obras más importantes: el Edificio Gonzalo Mejía y el Palacio Nacional.
De hecho, cuando en 1938 se suspendió la obra indefinidamente, su costado norte estaba sin acabar, lo mismo que las fachadas sobre las calles Bolívar y Calibío.
Estas solo fueron terminadas en 1970, año en el que el edificio adoptó su aspecto final.
Sin embargo, no se siguieron los lineamientos de Goovaerts y el diseño final es solo la mitad del proyecto original.
En 1987, la administración departamental fue trasladada a La Alpujarra, el inmueble albergó la Dirección de Extensión Cultural y adoptó su nombre actual en honor a Rafael Uribe Uribe.