La fachada soporta una monumental portada barroca, estructurada por un hueco adintelado recorrido por pilastras molduradas.
Sobre el dintel, un panel alberga el escudo de los Jove y se corona por un frontón semicircular con luneto que ilumina el coro.
Tanto el frente del palacio como la capilla son de buena sillería.
A ambos lados del presbiterio hay dos hornacinas de piedra rematadas con frontón partido.
La capilla de la Trinidad fue restaurada en 1963, y en 1989 todo el conjunto se rehabilitó como Museo Juan Barjola.