Palacio del Marqués de Malpica

La fachada, aunque ha sufrido transformaciones, conserva la torre-mirador, tan usual en la tipología de la casa toledana.

En el interior se encuentra un patio cuadrado, con cuatro columnas en cada lado y dos pisos, ambos de orden jónico que están adintelados con zapatas y dinteles de piedra.

La solución de esquina se realiza con una columna que tiene la zapata doblada hacia los dos lados.

Arquitectónicamente nos encontramos los mismos motivos, cambiando solamente la decoración; las zapatas tienen venera y donde antes veíamos los escudos familiares aparecen ahora las clásicas cabezas covarrubiescas.

La cornisa final está formada por unas fuertes ménsulas, que alternan con flores de cuatro hojas.