Se encuentra a una altitud de 21 m s. n. m. a 138 km de la capital nacional, Chisináu.
Entre las áreas más sensibles de las relaciones entre Moldavia y Ucrania se encuentra el punto de cruce en Palanca.
Es necesario completar el proceso de demarcación según tratado firmado en 2001, que incluyó el acceso a la ribera del Danubio a favor de Moldavia que permitió la construcción del puerto de Giurgiuleşti, única terminal con salida al mar de ese país.
A cambio Moldavia debía completar el proceso de transferencia de un tramo de la ruta E87, única conexión terrestre existente entre los raiones de Bolhrad, Bilhorod-Dnistrovskyi e Izmaíl en el llamado Budjak (Besarabia ucraniana) con el resto del Óblast de Odesa y Ucrania.
[4][5] En 2010, el diputado ministro de relaciones exteriores de Moldavia, Andrei Popov ha declarado que la tierra en Palanca es una parte inseparable del territorio moldavo, por lo que no será cedida a Ucrania.