Su pariente más cercano posiblemente es la paloma perdiz de Santa Cruz.
El mejor conocido era una hembra que fue pintada por Georg Forster en Tana durante la segunda circunnavegación de James Cook por los mares del sur en agosto de 1774, aunque su descripción científica formal se hizo más tarde.
Sus alas tenían un tono verde oscuro, con las primarias con estrechos bordes pardo grisáceos.
El iris de sus ojos era amarillento y sus paas eran rojas.
Cuando Forsters analizó el buche del ejemplar muerto encontró que contenía nueces moscadas silvestres (Myristica inutilis).