Se usa a menudo como acompañamiento simple para la pasta, otros platos italianos y asados.
El pan de ajo rallado fue desarrollado en los años 1970 por Cole's Quality Foods en Míchigan.
[2] Es frecuente elaborarlo con panes tales como las baguetes o el pan italiano, cortado en rebanadas hacia la base pero dejando la pieza sin terminar de romper.
Alternativamente, puede cortarse en rebanadas separadas y cubrirse con aceite o mantequilla individualmente.
También puede añadirse una capa fina de parmesano recién rallado.