Paolo Guglielmi (Roma, 1804-1862) fue un pintor y litógrafo italiano.
Con este objetivo dibujó los dos leones recostados esculpidos por Canova para el monumento funerario del papa Clemente XIII en la Basílica de San Pedro.
En 1823 grabó también un retrato del escultor por pintura de Thomas Lawrence.
En 1830 o poco más tarde retornó a Roma donde participó en la decoración pictórica del Palacio Torlonia, actualmente desaparecida.
Especializado en la reproducción de obras escultóricas colaboró con sus dibujos en publicaciones destinadas a difundir, entre otras, las obras del Museo Chiaramonti, las del escultor neoclásico Luigi Bienaimé y las del Museo Lateranense, su última obra conocida, firmada en 1861.