De todos los que se pueden observar en los acuarios, los neones son reproducidos en un 80% en cautiverio para su posterior comercialización, mayormente en Hong Kong y otros sitios del sudeste asiático, en tanto que los cardenales son capturados en un 99,9% de su hábitat natural.
Debido a que los ejemplares nativos son un tanto exigentes con las condiciones del agua, en ese momento solo pudieron llevar a cabo con éxito su reproducción, quienes ya lo habían hecho con el Arlequín rasbora, ya que los requerimientos son muy similares: agua blanda, ácida y con poca iluminación.
En su hábitat, el agua en que se hallan estos peces, es bastante oscura, algo así como del color del té, debido a la alta concentración de taninos y hojas muertas que se precipitan al agua, no obstante es clara y límpida.
Sin embargo, esto parece no afectarles en lo más mínimo a los Tetras, mientras que para otras especies sería fatal.
Tiene especial predilección por el alimento vivo, como artemia salina, tubifex, larvas de mosquito, daphnias y pequeños gusanillos.
Es fundamental tener en cuenta algunas cuestiones relacionadas con las características físico - químicas del agua antes de introducir Tetras en nuestro acuario, debido a que esta especie es más bien exigente con las mismas.
Recipiente de al menos 80 / 100 litros, con poca iluminación, o bien oscurecido con abundantes plantas flotantes, ya que como se dijo antes, en la Naturaleza, viven en aguas oscuras.
No es conveniente mantenerlos a temperaturas menores, ya que se alterará su conducta normal, tornándose más pasivos y hasta inapetentes.
Es de vital importancia ofrecerles un ambiente óptimo para su desarrollo y vida en el medio artificial que le hemos creado.
Previamente, se habrán de retirar los ejemplares visiblemente afectados y ponerlos en cuarentena en el acuario hospital.
Si solo existen 4 o 5 tetras en el acuario, los dominantes se pondrán agresivos con los demás integrantes del cardumen al sentirse desprotegidos, lo que los mantendrá en permanentemente estrés.