La paradoja demográfico-económica señala que la reducción reproductiva surge naturalmente como consecuencia del progreso económico.
En las últimas décadas, la paradoja demográfico-económica también se ha observado entre las clases medias de los países en desarrollo y emergentes.
Se considera una «paradoja» ya que a mayores medios, renta per cápita, debía producirse más descendencia.
[1] Se observa en términos generales que los países o subpoblaciones con mayor PIB per cápita tienen menos hijos, a pesar de que una población más rica puede mantener a más niños.
[4] Sin embargo la información actual sugiere que la paradoja demográfico-económica sólo es válida hasta cierto punto.
Los cambios de valores culturales también contribuyen, al tiempo que la urbanización y el empleo femenino aumentó.