Por esto se los denominaba reyes sin corona, pues disponían de extensos dominios territoriales en Cataluña, Aragón y Valencia, y vínculos dinásticos con las casas reales de Castilla, Portugal, Sicilia y Nápoles.
El edificio fue declarado bien de interés cultural.
[1] En su restaurante se sirven platos típicos de la gastronomía local, incluyendo no solamente la comida típica catalana, sino los platos específicos de la comarca.
[1][2] Hay una leyenda sobre este edificio en la que se cuenta que en el siglo XI el vizconde de Cardona invitó a un príncipe musulmán para evitar la conquista, este príncipe y la hija del vizconde se enamoraron, cuando el vizconde se enteró encerró a su hija en la torre actualmente conocida como Torre de la Minyona, dónde finalmente murió.
[1][2] Se realizan visitas teatralizadas contando la leyenda.