Paranthropus aethiopicus es un homínido fósil que vivió en África Oriental hace entre 2,6 y 2,2 millones de años, en el Gelasiense (Pleistoceno inferior); tenía poderosos músculos masticadores que se sujetaban al cráneo gracias a una prominente cresta sagital similar a la de los gorilas.
Esta cresta es imprescindible para que la enorme musculatura facial pueda sujetarse en el cráneo.
Tenía una dieta estrictamente vegetariana a base de vegetales duros.
[3] El descubrimiento no tuvo continuidad hasta que en 1985 el paleoantropólogo estadounidense Alan Walker descubrió un cráneo (el Cráneo negro) perteneciente a la misma especie de la mandíbula antes mencionada.
Esta especie intermedia presenta rasgos propios de los Australopithecus y anuncia los que van a caracterizar tanto al Paranthropus boisei como al Paranthropus robustus.