Parque Arrieta

Una vez traspasado el portón, una escalinata de piedra custodiada por dos esculturas que representan a la Justicia y la República, da paso a una pileta de agua.

En el centro de sus bellos jardines se encuentra la gran casona de dos pisos, desde ésta y hacia la cordillera se encuentra otro jardín, que aprovecha la topografía del terreno, con una serie de terrazas donde corre el agua de las vertientes cordilleranas que terminan en una gran fuente.

La construcción es resguardada por la figura de los dioses hermanos Apolo y Diana.

La familia Egaña fue propietaria del parque, la casona y la hacienda de Peñalolén desde 1813 hasta 1870, año en que toda la propiedad fue adquirida por el cónsul general del Uruguay, José Arrieta.

En tiempos de los Egaña allí existía una de las bibliotecas más completas del país que luego fue donada a la Biblioteca Nacional y después, con los Arrieta, adquirió fama por sus tertulias culturales y musicales y los primeros conciertos de cámara de Chile, que se escucharon precisamente en la casona del parque.

Vista panorámica del parque