Para el siglo XIX las lagunas artificiales se habían secado, y quedaban pequeños remanentes llamados totorales por las plantas que crecían a su alrededor.
[4] Dentro del Plan Regulador de Quito, trazado en 1942 por el arquitecto uruguayo Jones Odriozola, La Carolina sería un centro deportivo abierto al público con canchas, hipódromo, estadio, piscina olímpica y grandes jardines que estarían coronados por la majestuosidad del volcán Pichincha.
[1] Con la inauguración del Centro Comercial Iñaquito en 1971, sumado a la previa existencia del Estadio Olímpico Atahualpa desde 1951, el sector comenzó a tomar un carácter eminentemente comercial y de entretenimiento, y las familias quiteñas que salían a dar una vuelta por la zona decidían quedarse en las parcelas aún desorganizadas de la antigua hacienda convertida en parque improvisado, para divertirse al aire libre.
[6][7] A partir del año 2015, el Parque pasa por un proceso de regeneración que incluye remodelaciones y obras nuevas.
La renovación incluyó material y césped sintético, señalética, tableros de vidrio e iluminación nocturna.
[14] Ocupa toda la esquina sur del parque, en el triángulo formado por las avenidas República y Eloy Alfaro.
[18] Área dedicada a la socialización de mascotas que se ubica sobre la avenida República, frente al Mall El Jardín.
[21] Las especies sembradas en las plazas son portulaca, siempreviva, hebes morado, mala madre y matacallo; mientras que a lo largo del bulevar se encuentran aproximadamente 500 plantas entre las que destacan lino, trueno verde, tilo amarillo Y calistemo rojo.
[21] Complementariamente, el artista urbano Apitatán, pintó un mural con elementos representativos de la ciudad y la serranía ecuatoriana.
Adicionalmente, tiene un carácter lúdico mediante una zona de juegos,[22] y se reubicó la ciclovía existente.