Juan José Fortini y Benjamín Pedrotti fueron los arquitectos, el primero descendiente de un suizo italiano radicado en Argentina, estudió en Zúrich.
Pedrotti era inmigrante italiano y tuvo que asociarse con Fortini por no poder homologar su título universitario.
El templo es amplio, lo conforma una sola nave con características italianas, un grupo de molduras neoclásicas y pilastras corintias son sus ornamentaciones.
Dentro del templo hay varias estatuas de diferentes santos, San Lucas con un ternero y San Mateo con un ángel y un libro se encuentran en la galería del órgano sobre el nártex.
Además dentro del templo hay varios vitrales, representando a Nuestra Señora de Lourdes, Santa Teresa y San Norberto en el ábisde.