Tal fue el origen del culto y devoción a este santo en Puebla, cuya fiesta se celebra el 19 de marzo.
Esta iglesia en sus inicios estaba orientada hacia el poniente, al contrario de su actual ubicación.
Muestra una colorida portada con columnas, friso y pilares tapizados con azulejo de talavera poblana.
Sobre los muros de las naves procesionales destacan ocho grandiosos retablos barroco-churriguerescos dorados que contrastan con el estilo neoclásico del altar mayor.
En la fachada del lado izquierdo se halla una placa que conmemora a un niño héroe: