Sin embargo, hizo concesiones cada vez mayores a los grupos católicos, hasta el final de la Primera República.
[1] El Partido Nacionalista Republicano defendió el laicismo del Estado, pero no de la sociedad.
Doce días más tarde, el 17 de febrero, su manifiesto público fue divulgado en la prensa, presentando el nuevo partido al país.
El partido proponía presentar una revisión inmediata de toda la legislación tributaria al Parlamento.
En su manifiesto, el PRN «deseaba sinceramente que las clases trabajadoras colaborasen en la vida del Estado».