[1] Antes del establecimiento del partido, las principales organizaciones pacifistas estadounidenses con alcance nacional eran esencialmente estructuras conservadoras, que veían en el movimiento por la paz una oportunidad para extender los buenos valores americanos: estabilidad y orden, entre otros.
[2] Durante años, la SAP se rigió bajo el principio de demostrar la incompatibilidad entre la guerra y el cristianismo.
No obstante, esta no fue una línea de trabajo muy efectiva y para el momento de la Primera Guerra Mundial, la SAP había quedado reducida a una subsidiaria del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, un think tank creado en 1910 por el filántropo y empresario Andrew Carnegie que, tiempo más tarde, logró establecerse como una editorial universitaria pacifista, concentrándose en la investigación académica y la palabra impresa en lugar de la oratoria.
[4] Esta organización se lanzó con un capital inicial de U$$ 1 millón y cambió su nombre a FPM en 1911.
Al igual que el entramado empresarial e industrial de la época, el movimiento por la paz se caracterizó por las direcciones entrelazadas de las diversas organizaciones, con muy pocos hombres y ninguna mujer ejerciendo una influencia decisiva sobre el movimiento.
[7] Catt, activista por el sufragio femenino, no veía en un principio a las marchas por la paz como un vehículo eficaz para provocar cambios sociales.
El organigrama de la organización con sede en Chicago quedó compuesto por: Lucia Ames Mead como secretaria nacional, Harriet P. Thomas como secretaria ejecutiva, Sophonisba P. Breckinridge como tesorera y Elizabeth Glendower Evans como coordinadora nacional.
[12] En referencia al primer punto declarado por la convención, se aprobó el "Programa para la Paz Constructiva" para ponerlo en marcha.
[16] Entre las que viajaron, estaban la trabajadora social Grace Abbott, la epidemióloga Alice Hamilton, la sindicalista Leonora O'Reilly y Emily Balch, futura ganadora del Premio Nobel de la Paz .
Una delegación encabezada por Addams fue enviada a las capitales de los poderes beligerantes para poner en acción estas resoluciones, pero resultó ineficaz.
Posteriormente, cambió su nombre a Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, denominación que mantiene en la actualidad.