Se denuncia también que a los comentaristas se les paga por cada mensaje que desvíe la atención en una discusión de "contenidos sensibles" o de críticas anti-partidistas en los sitios web nacionales, sistemas de BBS y salas de chat,[4] o para que directamente alaben la línea partidista comunista.
[5][6] Los comentaristas afines al Partido Comunista de China se defienden afirmando que el término se usa para desacreditar a cualquiera que publique un comentario que se considera excesivamente patriótico a favor de China en foros de Internet.
[10] Sin embargo, los "comentaristas oficiales" no solo se centraron en la discusión política ya iniciada, sino que también generaron debates en otros temas controversiales de interés nacional, a menudo utilizando argumentos que restaban importancia al problema.
[19] De acuerdo con el notorio bloguero Li Ming, los comentaristas web pro gubernamentales deben ser "al menos decenas de miles".
[7] En marzo de 2011, el secretario general de Amnistía Internacional Salil Shetty advirtió que países como China e Irán "estaban invirtiendo recursos considerables en blogs pro gubernamentales" en un esfuerzo de reforzar el poder del Estado.