[4][5] En muchos casos se reporta incluso violencia psicológica y física contra la mujer y la persona recién nacida por lo que surgió el concepto de violencia obstétrica catalogado como delito en muchas legislaciones.
[8][9][10] La atención humanizada implica tratar a la mujer embarazada como individuo con características únicas, que vivirá su experiencia de manera diferente y que amerita un tratamiento y apoyo personalizado a su medida.
En total son 56 recomendaciones, pero se mencionan las siguientes para reforzar en objetivo del presente artículo: Atención respetuosa, comunicación efectiva, acompañamiento al parto, movilidad y alentar la posición erguida durante el trabajo de parto y de su elección para dar a luz, se recomienda el pinzamiento tardío del cordón umbilical, mantener el contacto piel a piel durante al menos la primera hora y retrasar el baño del recién nacido al menos 24 h después del nacimiento.
De todas las recomendaciones, la atención en posiciones erguidas representa particular dificultad a los médicos por la costumbre generalizada de atención a la mujer durante el parto en posición supina y con las piernas levantadas.
El parto vertical se refiere precisamente a estas mujeres que siguen sus instintos moviéndose libremente y adoptan posiciones sentadas, en cuclillas, de pie, con piernas flexionadas, o apoyándose en rodillas y manos sobre el suelo o la cama.