Una variación es el demiparure (medio adorno) que consiste en tan solo dos piezas a juego, como pendientes y un collar o broche.
[3][4] Una parure no es un elemento de joyería estático, sino que es modular y se puede reconfigurar para seguir estando de moda y adaptarse a diferentes ocasiones.
Los miembros de la corte y los rangos sociales más altos competían por los mejores joyeros para crear las colecciones más imaginativas y elaboradas que aumentarían su estatus.
Algunos collares se podían usar completos o ser desarmados temporalmente para usarse como pulseras, colgantes, adornos para el cabello o broches con componentes intercambiables y sistemas de cierre.
Los diamantes, a menudo combinados con plata, eran habituales en este tipo de joyas en aquella época.