La única cuadra que forma acoge varios restaurantes y algunas tiendas de joyas.
En el medio de la vía destaca el monumento al prócer José Olaya.
Durante los tiempos virreinales en esa calle se establecieron los vendedores de esterillas o petates por lo que fue llamado Callejón de Petateros.
Hacia 1901, por las pobres condiciones higiénicas del pasaje (en esta época llamado 28 de Julio),[3] se proyectó construir una pista que uniría la Plaza Mayor con una nueva plaza planeada cinco cuadras al sur que albergaría un nuevo ayuntamiento y congreso, adquiriendo el nombre de Avenida 28 de Julio.
[4][5][6] Al ser abandonado el proyecto, el pasaje preservó su carácter peatonal, adquiriendo el nombre de Olaya.