de las terapias hormonales, lo que en 1918 le llevó a hacer amistad con Eugen Steinach, cuyo método de Vasectomía le recomendó a Freud pocos años más tarde.
En los años siguientes se acercó a la Socialdemocracia abogando por una educación popular psicoanalítica.
Así por ejemplo en el sueño no se percibe el propio cuerpo – que durante la vigilia aparece como más o menos perteneciente al yo – y las percepciones corporales tienen un efecto molesto que conduce al despertar.
En lugar de una prueba de realidad, que diferencia lo intrapsíquico de lo extrapsíquico (como descrito por Freud para el funcionamiento psíquico normal), en la psicosis solamente se realiza la distinción entre lo perteneciente al yo a lo que no pertenece a él – en el sentido arriba señalado, de manera que las vivencias ajenas al yo, que ahora lo inundan, son percibidos a la vez como "reales".
Los estados superados del yo se reprimen, pero pueden volver a actualizarse.