Según José Ortega y Gasset, el padre Schebesta, fue el primer etnógrafo especializado que se dedicó al estudio de los pigmeos.
Ordenado sacerdote, se hizo misionero en Mozambique donde comenzó a poner en práctica sus estudios antropológicos y las teorías de la Escuela Etnológica de Viena.
Fueron notables sus contribuciones a los estudios sobre el pueblo indígena Semang de la península malaya, con quienes convivió ininterrumpidamente durante algún tiempo.
Su principal investigación de campo tuvo lugar entre 1924 y 1950.
Schebesta, por su obra, que se ha convertido en un hito en la antropología, fue atribuido por esas mismas poblaciones autóctonas, también por su sensibilidad y el respeto mostrado hacia ellas, el título honorífico de "Baba wa bambuti" (Padre de los pigmeos).