Están enfrentados (norte-sur) y son más altos que los demás edificios de la plaza.
En cambio, destinado a servir como entrada principal, el rey de Francia nunca vivió allí.
La mampostería corre a cargo del maestro albañil Jonas Robelin.
Su diseño se atribuye al arquitecto del rey Louis Métezeau.
En 1856, el escritor Juste Olivier se convirtió en su nuevo ocupante del local.