Fue firmado durante los últimos coletazos de los conflictos religiosos en Bohemia.
[3] Este acuerdo acabó una larga serie de conflictos religiosos en tierras checas y constituyó el fin definitivo de las guerras husitas.
[4][5] En dicha paz, nobles y campesinos podían elegir entre ambas religiones.
[1][2] Una Dieta en 1512 confirmó el acuerdo y lo extendió a perpetuidad.
La tolerancia y paz religiosa que trajo ayudó al desarrollo del país pero sembró el germen de futuros conflictos de intereses entre burgueses y nobles.