Aunque Eaton tuvo un pequeño papel en la representación, le sirvió como introducción al mundo del teatro profesional.
Posteriormente, todas ellas fueron invitadas a repetir sus papeles en Nueva York y en una gira producida por los Hermanos Shubert.
Poco después del nacimiento, Eaton recobró su forma física y se reincorporó al Winter Garden, actuando como bailarina en la pieza Sinbad.
Aunque no llegó a ser una primera bailarina de las Follies, trabajó como ayudante del coreógrafo Ned Wayburn.
Tras su última actuación con las Follies, Eaton se asoció con el productor Charles Dillingham, trabajando en sus espectáculos varios años, tanto como artista como directora de baile.
Tras fallecer su segundo marido, el ejecutivo Dick Enderley, se recluyó en su domicilio sin apenas salir del mismo.
Aunque la investigación policial determinó que la causa de la muerte fue un homicidio, el caso nunca se resolvió.