En anatomía, un pedúnculo ocular (también conocido como ommatóforo)[2][3] es una protuberancia que separa el ojo del cuerpo, dándole un mejor campo de visión.
[1] Es una característica común en la naturaleza y aparece con frecuencia en la ficción.
[4] Los pedúnculos oculares son un tipo de tentáculo especializado.
En las babosas y los caracoles, estos tentáculos volverán a crecer si están gravemente dañados y, en algunas especies, son retráctiles.
[1] Los crustáceos también tienen pedúnculos oculares, que constan de dos segmentos.