Debió entonces recibirse como abogado ante la Real Audiencia de Lima.
Al fallecer el fiscal titular, pasó a ocupar el puesto vacante.
En 1720 fue destituido por la Corona, acusado de comprar su puesto, pero fue restituido en 1723, al no poderse probar la imputación.
[1] Fue también aficionado a la literatura y la poesía.
[2] Eventualmente dio a la publicidad algunas poesías y discursos, como los siguientes:[2]