Pedro Antonio Echave y Rojas

Debió entonces recibirse como abogado ante la Real Audiencia de Lima.

Al fallecer el fiscal titular, pasó a ocupar el puesto vacante.

En 1720 fue destituido por la Corona, acusado de comprar su puesto, pero fue restituido en 1723, al no poderse probar la imputación.

[1]​ Fue también aficionado a la literatura y la poesía.

[2]​ Eventualmente dio a la publicidad algunas poesías y discursos, como los siguientes:[2]​